El Banco Mundial enfrenta el cambio climático
El Banco Mundial anunció el pasado 7 de abril, en
Washington, un nuevo plan para combatir el cambio climático, a través del cual se
propone invertir una suma que deberá alcanzar 25.000 millones de dólares para
el año para el 2020.
El Plan de Acción para el Cambio Climático, cuya
finalidad es acelerar los esfuerzos globales para hacer frente al cambio
climático en los próximos 5 años, pretende muy especialmente apoyar a los
países en desarrollo en el cumplimiento de sus planes nacionales, presentados a
finales de 2015 en la Cumbre COP21 en París. En tal sentido, se plantea, entre
muchas otras, la meta de añadir 30 GW de energías renovables, suficientes para
suministrar electricidad a 150 millones de hogares; dotar de sistemas de alerta
temprana contra los desastres naturales a 100 millones de personas de 15 países
en desarrollo; desarrollar planes de inversión en agricultura inteligente,
estrategias forestales y gestión pesquera sostenibles para mínimo 50 países y;
ayudar a proporcionar protección social para la adaptación climática a otros 50
millones de personas pobres.
El grupo Banco Mundial —Banco Internacional de
Reconstrucción y Fomento, Fondo Monetario Internacional y Corporación
Financiera Internacional— formuló el referido Plan de Acción como parte de su contribución
con lo concertado en El Acuerdo Climático de París, donde 195 países convinieron
en hacer sus mejores esfuerzos para garantizar que el calentamiento global se
mantenga claramente por debajo de los 2°C, y de ser posible limitarla incluso a
1,5 °C. De allí que el anuncio del Plan se produjera pocos días antes de que
los dirigentes mundiales firmasen oficialmente dicho Acuerdo en una ceremonia
que tuvo lugar el pasado 22 de abril en la sede de la ONU en Nueva York,
coincidiendo con el Día Internacional de la Madre Tierra.
En la presentación del Plan, Jim Yong Kim,
presidente del Banco Mundial dijo: "Nos estamos moviendo de manera urgente
para ayudar a los países a enfrentar grandes transiciones para aumentar sus
fuentes de energía renovable, disminuir su generación de CO2, desarrollar
sistemas de transportes limpios, y construir ciudades habitables y sostenibles
para la creciente población urbana", haciendo especial énfasis en el
interés del organismo por ayudar a los países en desarrollo a implementar sus
planes climáticos nacionales, para lo cual afirmó que el organismo está dispuesto
a hacer todo lo que esté a su alcance. Evidencia de ello es que la Corporación
Financiera Internacional buscará aumentar sus inversiones relacionadas con el
cambio climático, de 2.200 millones de dólares a 3.500 millones al año, así
como gestionar con el sector privado un extra de 13.000 millones anuales para
el 2020. Además, el grupo Banco Mundial en su conjunto buscara movilizar 25.000
millones de dólares para financiar comercialmente las energías limpias.
El Plan se enfoca en cinco áreas: la implementación
de los planes de reducción de emisiones; la convergencia entre las diversas
políticas; la ampliación de los beneficios; el incremento de la resiliencia y la
adaptación y; la transformación del modelo económico actual por otro
sostenible, es decir, la sustitución de una economía movida por combustibles
fósiles por otra sustentada en energías limpias y renovables. Todo ello enfocado
a generar procesos urbanos y productivos sostenibles en ámbitos tan diversos
como la movilidad, el uso de los recursos, las tecnologías inteligentes y la eficiencia
energética.
Todas las propuestas del documento revisten el
mayor interés, no obstante, a nuestro juicio, uno de los puntos más relevantes
tiene que ver con la referencia que se hace a la necesidad de que el clima y el
desarrollo se gestionen de manera integrada, y a la idea, que compartimos, de
que si bien el cambio climático implica un enorme desafío, significa también
una gran oportunidad para desarrollar y consolidar mejores niveles de vida para
todos.
Fernando Travieso
Magaly Irady
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