En Bolivia se están evaporando los lagos
El lago Poopó, el segundo más grande de Bolivia
después del Titicaca, fue declarado oficialmente evaporado en diciembre del
2015. Miles de personas han perdido sus medios de subsistencia y abandonado el
área, mientras algunos lugares como la aldea agrícola-pesquera de Untavi se
convierten en pueblos fantasmas.
Ubicado a casi 4.000 m de altura en las semiáridas
planicies andinas de Bolivia, con un área de poco más de 3.000 km² y sometido
permanentemente a los caprichos del clima, este lago salino y poco profundo se
ha secado con anterioridad para luego volverse a llenar pero, según los
científicos, puede que la recuperación ya no sea posible. El caso es que si
bien durante milenios el Poopó ha sufrido las sequías causadas por El Niño, durante
las tres últimas décadas su frágil ecosistema ha experimentado un acoso sin
precedentes proveniente de decisiones y actividades humanas y del calentamiento
global.
La desaparición del lago, anunciada desde hace años,
produce un fuerte impacto ecológico, económico, social y político, toda vez que
implica la pérdida de centenares de especies de fauna y flora y la
desaparición de culturas milenarias debido al éxodo de numerosas comunidades que
subsistían de sus variados recursos. Su cuenca había sido declarada en 2002
como un ecosistema de importancia internacional donde el agua era el principal
factor para controlar el ambiente, la vegetación y la fauna, lo cual resulta
paradójico ya que precisamente el mal uso y manejo de los recursos acuíferos,
incluida la contaminación procedente de las actividades agrícolas y mineras en
sus alrededores, fue uno de los detonantes de la catástrofe, sumado por
supuesto al aumento de la temperatura en cerca de 1°C —causa esencial del
derretimiento de los glaciares que alimentan las fuentes de agua en Bolivia— y
a la falta de acciones que evitaran el colapso.
Un estudio realizado para el gobierno de Bolivia por
el consorcio alemán Gitec-Cobodes, determinó que en el 2013, el Poopó recibió
161 millardos de litros menos de agua de los requeridos para mantener el
equilibrio, y concluyó que, “Pueden producirse cambios irreversibles en el
ecosistema, causando masivas emigraciones y grandes conflictos", pero las
autoridades bolivianas ignoraron las advertencias. De hecho, el presidente Evo
Morales calificó de exageradas las opiniones, afirmando que el Poopó va a
regresar, haciendo referencia con ello a las anteriores sequías, luego de las
cuales volvía a llenarse.
Lamentablemente,
las posiciones que sostienen expertos y organizaciones ambientalistas parecen contradecirlo.
Por ejemplo, Mark
B. Bush, biólogo del Instituto Tecnológico de Florida, afirma que las
tendencias de largo plazo de calentamiento y sequía amenazan todas las tierras
altas de la Cordillera Andina; para ello se basa en un estudio encargado por la
revista "Global Change Biology" en 2010, del cual fue coautor, cuya
conclusión fue que la región donde se ubica la ciudad de La Paz podría
enfrentar una sequía catastrófica en este siglo, la cual disminuiría la
disponibilidad de alimentos y de agua para sus más de 3 millones de habitantes.
En enero de este año el gobierno reaccionó
solicitando a la Unión Europea una ayuda de 140 millones de dólares para
instalar varias plantas de tratamiento de agua en la cuenca del Poopó; sin
embargo, los científicos bolivianos opinan que podría ser demasiado tarde. Al
efecto, Milton Pérez, investigador de la Universidad Técnica de Oruro, dijo, "No
creo que volvamos a ver el espejo azul del Poopó. Creo que lo perdimos".
Más allá de las reacciones
frente al hecho, para el biólogo Enrique Richard, profesor de la Universidad Mayor de
San Andrés, será
necesario que las autoridades hagan cumplir las normas que protegen el uso de
la tierra y los recursos hídricos. Al respecto dice: "Un país no puede vivir al margen de las leyes
que promulga; mientras no respetemos la Ley 1.333 de Medio Ambiente (…) este
tipo de catástrofes van a seguir ocurriendo —y añade— el próximo será el lago
Titicaca; eso va a ser terrible". Ojalá se equivoque.
Fernando Travieso
Magaly Irady
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