Islandia aprovecha el calor de la Tierra
La temperatura en el centro de la Tierra es de 5.700
°C, casi la misma que en la superficie del Sol. Ese calor, que llega al
subsuelo irradiado desde el núcleo de la Tierra y se concentra en lugares
conocidos como reservorios geotermales, puede ser aprovechado para generar energía
limpia de forma indefinida. Es lo que se conoce como energía geotérmica, una de
las fuentes de energía renovable
menos conocidas, la cual puede ser convertida en electricidad o usada
directamente para calentar instalaciones como edificios e invernaderos y para
obtener agua potable.
En nuestro planeta existen lugares reconocidos por
su gran riqueza en recursos geotérmicos. El más extenso de ellos es el llamado
“Anillo de Fuego”, una zona de cerca de 40.000 Km en forma de herradura que
bordea las costas del océano Pacífico, donde se concentra el 75 % de los
volcanes activos e inactivos del mundo y una intensa actividad sísmica. Este largo
cinturón se extiende en nuestro continente por Chile, Argentina, Bolivia, Perú,
Ecuador, Colombia, los países centroamericanos, y la costa occidental de México,
Estados Unidos y Canadá, y del otro lado del Pacífico rodea las costas e islas
de Rusia, Japón, China, Filipinas, Indonesia y Nueva Zelanda.
Pero la capital geotérmica del mundo es Islandia, un
pequeño país en el extremo noroeste de Europa de apenas 103.000 km² y 330.000
habitantes con un alto nivel de vida. Este país-isla, localizado en la cima de
la cordillera del Atlántico Medio, entre el Reino Unido y Groenlandia, posee
más de 200 volcanes y es uno de los lugares más activos geológicamente de la Tierra,
además de que ocupa una zona donde las placas tectónicas de Norte América y Eurasia
se están separando a una velocidad de 2cm al año. Allí, la energía geotérmica
figura prominentemente en casi todos los aspectos de la vida, desde la
generación de electricidad y el calentamiento de los hogares hasta en la
producción de vegetales y granjas piscícolas, y en baños termales.
Muchas partes de Islandia tienen excelentes
condiciones para la generación de energía geotérmica con temperaturas de 250 °C
apenas a 1,5 km de la superficie. Con 660 MW de energía geotérmica instalada
para principios de 2014, el país genera cerca del 30% de su electricidad a
partir de esa energía, el porcentaje más alto del mundo. El agua caliente y el
vapor de agua que mueve las turbinas para generar electricidad son traídos
desde reservorios subterráneos a través de pozos cavados en la roca porosa.
Debido a su abundante energía geotérmica barata, Islandia se ha convertido en
una potencia en la fabricación de aluminio —industria que demanda mucha energía—,
al punto de que aproximadamente el 70% de la electricidad que se consume en
Islandia se dedica a la producción de ese metal.
Los manantiales calientes de Islandia han sido
usados por siglos para bañarse y lavar ropa, pero su uso para calentar las
edificaciones se inició hace poco menos de un siglo, cuando en 1930 se
construyó en Reykjavik, la capital, una tubería de 3 kilómetros procedente
de un manantial de agua caliente fuera de la ciudad, destinada a calentar dos
escuelas, 60 casas, y los principales hospitales. En 1950 más del 50% de la
calefacción provenía de la quema contaminante de petróleo, proporción que hoy
en día se ha reducido a menos del 1%.
En la actualidad, el agua caliente geotérmica
recorre Islandia suministrando calefacción a casi el 90% de los hogares,
pero además en Reykjavik, muchas aceras, sitios de estacionamientos y calles son
calentadas por debajo para evitar la formación de hielo y facilitar la remoción
de la nieve. El uso directo de la energía geotérmica incluye la producción de
cemento y sal, así como gran cantidad de invernaderos que cultivan vegetales,
frutas, flores y otras plantas, además de peces de alto valor. Otro de los
grandes usos de esa maravillosa energía es sin duda recreacional, al punto de
que en el último siglo se han construido cerca de 150 balnearios y otros
centros de atracción turística en toda Islandia.
La ingeniosa forma como este pequeño y remoto país
aprovecha el calor de la Tierra es un ejemplo digno de ser estudiado por las muchas
naciones que disponen de ese recurso. En América Latina, sólo Costa Rica parece
estar enterada.
Fernando Travieso
Magaly Irady
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