Aviones eléctricos ¿cuándo?

Los aviones eléctricos, exceptuando pequeñas avionetas, son todavía experimentales. Sin embargo, según informa MIT Technology Review, importantes empresas estadounidenses de aviación como Boeing y JetBlue, acaban de anunciar planes para contratar la construcción de una flota de aviones eléctricos que comenzarían a operar en 2020. Zunum Aero, una startup nacida en 2013 con la intención de transformar las estrategias de vuelos comerciales para hacer los recorridos aéreos más ecológicos y baratos, es la encargada de producir los aviones, capaces de transportar entre 10 y 50 pasajeros cada uno, a una distancia de poco menos de 1.200 Km.

Esta interesante producción está en vías de convertirse en una carrera entre empresas tecnológicas para ser los primeros en posicionarse en los mercados. En efecto, un mes antes de Zunum, la novísima startup Wright Electric (2016) anunció que sus aviones serán capaces de transportar 150 personas en recorridos de hasta 500 Km., suficiente como para permitir vuelos tales como New York-Boston y Londres-París. La empresa calcula comenzar a venderlos antes de 10 años y anunció que mantiene negociaciones con Easyjet, la segunda aerolínea con más pasajeros desplazados en Europa.

Por su parte, algunas de las grandes empresas aeronáuticas se han sumado al reto de producir aviones eléctricos. Entre ellas destaca la francesa Airbus, la cual ha estado probando un avión de 2 puestos que utiliza una batería eléctrica y en estos momentos trabaja en un avión con capacidad para 70-90 pasajeros, aproximadamente la mitad de los modelos actuales de Airbus 320 o de Boeing 737, los aviones más populares para las aerolíneas de todo el mundo.

Aunque no se puede negar que una de las grandes motivaciones del negocio tiene que ver con el acceso al mercado de cerca de 30 mil millones de dólares que representan los viajes de corta distancia ─aproximadamente el 30% de todos los vuelos─, mediante sistemas más eficientes y económicos que los modelos convencionales, las propuestas que significan menores costos ecológicos son dignas de ser elogiadas, toda vez que la industria de la aviación es responsable por una cantidad de emisiones de gases de efecto invernadero similar a la producida por la totalidad de Alemania antes de que ésta comenzara su conversión a energías limpias, por lo que aún eliminando solamente las emisiones de los vuelos cortos, su aporte al logro de un planeta más limpio es digno de ser tomado en cuenta.

Además los aviones eléctricos son muy silenciosos, lo cual disminuye las molestias causadas a las personas que habitan en la vecindad de los aeropuertos regionales, cuyo tráfico se vería incrementado sustancialmente con la ventaja adicional de permitir viajes internos más eficientes debido a sus frecuentes localizaciones en las cercanías de los centros urbanos.

La gran apuesta de estas empresas está en el mejoramiento de la tecnología de las baterías, porque transportar 50 personas o más a largas distancias es un reto mucho mayor que demandará aviones más grandes y potentes. Por ello, un escenario realista implica la necesidad de contar con mejores baterías y, aunque los avances en la tecnología de las baterías comerciales fueron difíciles de lograr hasta hace poco, el panorama parece estar cambiando, toda vez que la cantidad de energía que las baterías pueden almacenar está creciendo constantemente y parece que el proceso continuará, según lo afirma Elon Musk, el muy conocido presidente de Tesla, la gran empresa fabricante de vehículos eléctricos. Para Musk, la cifra mágica es 400 vatios-hora por kilogramo (Wh/kg), lo que significa que una batería capaz de ése o de un nivel superior de eficiencia energética empieza a ser competitiva para un avión eléctrico de capacidad transcontinental. Para tener una idea aproximada de la probabilidad de alcanzar tal cifra es preciso saber que las baterías actuales rondan el umbral de los 300 Wh/kg ─bastante más que los 202 Wh/kg de 2004─, por lo que se cree muy posible alcanzar el objetivo en la próxima década.

Todo parece indicar entonces que ya no habrá que preguntarse si existirán aviones eléctricos comerciales; la pregunta será, ¿cuándo estarán volando?
Fernando Travieso

Magaly Irady

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